lunes, 24 de agosto de 2020

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Te contamos cómo la solidaridad y la gratitud son dos componentes esenciales en esta comunidad educativa que siempre está presente y agrega valor en su entorno.

La Prof. Marisa Roldán es la directora del IPEM Nº 323 “San Antonio” que está ubicado en Av. Valparaíso Km. 9 ½ de la ciudad de Córdoba.

Como docente, acompaña a esta escuela desde su fundación, en 1998, cuando era un anexo del IPEM Nº 163 “José de San Martín” y que primeramente funcionó en un salón parroquial, luego se mudó a una casita, hasta que en el 2001 el Gobierno de Córdoba les construyó su propio establecimiento.

 

Marisa, ¿cómo recordás tus inicios hasta la actual gestión directiva?

Me acuerdo que cuando estábamos en el Salón Parroquial, daba clases y los chicos decían:

“¿Podemos hacer una escuela?”
“Yo puedo ver algún terreno, acá son todos baldíos”.
“Yo puedo traer ladrillos”.
“Yo puedo…”, “yo puedo…” y cada uno ofrecía algo.

En esos momentos, todo lo que teníamos era donado, por ejemplo, los bancos eran de los más viejos que te puedas imaginar y los chicos soñaban con tener su propia escuela.

En cuanto a la gestión directiva, en el 2004 comencé como Apoyo de Dirección, más dos gestiones en el cargo de Directora. El primer período fue durante los años 2008-2010 y el segundo lo inicié en el 2018.

 

En el plano solidario, recientemente entregaron más de 100 kg de alimentos y artículos de primera necesidad a diversas familias. ¿Cómo nació esta propuesta?

Nuestro sector es muy vulnerable y ante la situación de público conocimiento que ya teníamos gente contagiada, decidimos ayudar a través de la colecta a los más necesitados.

Una docente se encargó de buscar las donaciones que hicieron varios profesores y los llevó a la casa de una preceptora que vive en la zona. Armamos los bolsones y los llevamos a la escuela.

Allí tomando todas las medidas de cuidado, de protocolo vigentes y entregamos algunos bolsones. El resto los fuimos llevando a los domicilios particulares porque sabíamos que no podían salir.

Nosotros andábamos en el auto y cuando nos veían, venían corriendo para saludarnos o pasarnos el número de teléfono que han adquirido ahora.

Fue muy lindo reencontrarnos con los chicos a través de esta acción solidaria que no se la esperaban. Con la gran emoción de poder conectar con algunos rostros.

Comenzamos con esta colecta y vamos a ir viendo en qué más se puede colaborar con las demandas que tiene la comunidad.

 

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La directora nos cuenta que, desde sus inicios, la institución siempre trabajó con proyectos solidarios y hasta obtuvieron Premios Presidenciales.

“Ser solidarios forma parte de la esencia de nuestra escuela”.

A continuación, nos comparte cómo nacieron algunos proyectos solidarios como la “Biblioteca Popular Ambulante”:

“Teníamos a una chica que hacía la limpieza y cuando la buscábamos, recorríamos todos los rincones hasta que la encontrábamos escondida en el baño leyendo. A partir de allí, empezamos a prestar los libros a la comunidad”.

También, cómo vivieron otras lindas experiencias como los “Ojos de Gato”:

“En la zona teníamos muchos carros y a la noche se producían accidentes.
Se nos ocurrió hacer los ojos de gato desde el área de artística y fuimos a Villa Angelelli a colocarlos. Recuerdo la cola de carros que había y nosotros le íbamos colocando los ojos de gatos, uno por uno. Después se sumó la Municipalidad y nos dio para hacer lo mismo con las bicicletas”.

Y así es como, año tras año, van realizando otros proyectos de acuerdo a las necesidades:

  • Conjuntitos de ropa que cosieron tanto las mujeres como los varones para regalarles a los bebés de la Casa Cuna de Villa Angelelli.

  • Se hicieron muñecas y otros tipos de juguetes.

  • Trajes de reina, princesa, capas y almohadones con emoticones para los alumnos del jardín de infantes. Y mucho más…

 

Volviendo al desarrollo del ciclo lectivo 2020, ¿cómo se adaptaron?

Desde el año pasado, tenemos una página web y aprovechamos para volcar la información allí. La gestionan mi hijo que estudia Ingeniería en Sistemas, la Coordinadora de Curso y el resto del equipo, quienes estamos permanentemente tirando ideas.

También tenemos un buzón de entrega en la escuela, donde hay una persona encargada de ir pasando los trabajos que van presentando los chicos y se los hacemos llegar a los docentes a través del mail o del whatsapp.

Obviamente, están presente los grupos de whatsapp, llamados telefónicos, cuadernillos que les acercamos a los chicos en formato papel, los archivos colaborativos y compartidos a través del drive, pdf y demás.

En síntesis, estamos transitando por distintos caminos. Esto de recrear la institución a través de la virtualidad te lleva permanentemente a realizar ensayos para ver de qué manera podemos llegar a los chicos.

 

En esta segunda etapa, ¿con qué impulso iniciaron?

Una de las cosas que he propuesto para esta etapa en el plan de acción es poder gestionar las emociones porque he visto mucha tristeza en los rostros y miradas perdidas. Hay docentes que también están desbordados con la situación.

Y me pregunté: ¿cómo hago yo para cambiar, para transmitir otra energía?

Entonces en la reunión con los docentes, comenzamos el encuentro expresando cada uno el agradecimiento por algo en particular que necesitaba destacar.

Más allá de estar siempre en contacto para sostener el equipo entre todos. Ser empáticos, solidarios, desde todo punto de vista. Transmitir amorosidad para poder salir adelante.

 

En lo personal, ¿cómo sostenés esta situación?

Hago mucha meditación, agradeciendo y tratando de tener una mirada hacia adentro. De ponerme en el lugar de cada uno. Hago todo un camino espiritual.

Esta situación requiere de mucha profesionalidad para poder sostener a los demás.  Uno tiene que estar entera para poder trabajar desde el rol que desempeñamos.



Prof. Marisa Roldán, directora del IPEM Nº 323 "San Antonio"

En un contexto tan difícil, la IRC1, agradece la solidaridad de toda la comunidad educativa que fortalece este entramado social, estando más presente que nunca.